Tipos de calefacción: caldera de condensación
Tu caldera tiene ya una década y crees que ya es hora de sustituirla por otra más moderna y que, a la vez, te ayude a ahorrar en tu factura mensual. ¿Cuál instalo? La respuesta depende de muchos factores, desde el tipo de vivienda, hasta la orientación o la zona en la que vivas.
En primer lugar debemos tener en cuenta que la calefacción se lleva una de las mayores proporciones del gasto energético de la vivienda, por lo que debemos acudir a un profesional que nos aconseje la solución más adecuada.
Si tu hogar cuenta con suministro de gas canalizado, una de las opciones más recomendable es instalar una caldera de condensación, considerada la más eficiente del mercado y capaz de regular la temperatura en función de la demanda energética.
Posee un rendimiento superior al 109% y es capaz de aprovechar el calor o la energía de los gases de escape.
Los sistemas de distribución más habituales son los radiadores, que intercambian el calor entre el agua caliente y el espacio que se va a calentar, y el suelo radiante, que sustituye los radiadores por un sistema de tubos que se coloca bajo el suelo y por el que circula el agua caliente.
La temperatura a la que se calienta el agua es 35 o 45ºC, la misma a la que opera la caldera, lo que se traduce en una gran eficiencia. Además, al distribuir el calor por el suelo, éste se distribuye de forma uniforme.
Entre las ventajas de las calderas de condensación se encuentra su alto rendimiento, superando el 109%, que pueden producir ahorros mayores al 25% con respecto a una caldera convencional.
Las calderas de condensación se emplean también para el Agua Caliente Sanitaria y son adecuadas para sistemas centralizados en edificios, viviendas unifamiliares o pisos
Como desventaja, podemos situar que no ofrece refrigeración, por lo que para este fin debemos emplear otro equipo.
Además, exige una alta inversión en comparación con otras calderas convencionales.
Pero si es tan eficiente, ¿cómo es que la tiene tan poca gente? Para disponer de una caldera de condensación es necesario contar con suministro de gas canalizado, solo disponible para el 28% de hogares españoles. El resto, debe emplear cualquiera de los demás sistemas de calefacción.
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