Conoce mejor tu cuadro eléctrico
Para muchos el cuadro eléctrico es aquello disimulado tras un objeto decorativo y al que solo acuden en caso de quedarse sin luz y oír aquel “se han ido los plomos”. En ese punto, suben y bajan todas las palancas hasta que vuelve la luz.
Sin embargo, es una de las partes más importantes de la instalación eléctrica ya que se encarga de distribuir la alimentación de energía que recibimos hacia los circuitos auxiliares de nuestra instalación.
Los suministros, que pueden ser monofásicos o trifásicos entran en tu vivienda hacia el Interruptor de Control de Potencia (ICP), pasan al Interruptor Diferencial (ID) y, de ahí, se reparten por los Pequeños Interruptores Automáticos (PIA) para cada uno de los circuitos.
El ICP es el encargado de hacer que el suministro se corte en el caso de que superemos la potencia contratada. Si se desconecta pero no te permite subir nuevamente la palanca, puede que exista un cortocircuito. Para saberlo, debes desconectar todos los PIA y probar a subir uno a uno hasta encontrar el defectuoso.
Por su parte, el Interruptor Diferencial desconecta la instalación en caso de fuga o derivaciones de corriente a tierra como medida de seguridad.
Por último, los PIA dividen el circuito en subcircuitos para separar los distintos usos de la instalación. Cuando éstos se desconectan es para proteger la instalación de sobrecargas. Cuando uno salta, es importante fijarse en cuál es ya que si salta varias veces puede deberse a que hay demasiados aparatos en el mismo circuito o una avería en alguno de ellos.
Aunque parezca obvio, a la hora de manipular el cuadro eléctrico es importante no hacerlo con las manos húmedas ni con herramientas de acero por razones evidentes.