Consejos para ahorrar energía en la cocina
La cocina es uno de los lugares de la casa donde más energía consumimos. Por tanto, es una de las áreas que más posibilidades de ahorro ofrece a los usuarios. El horno, el frigorífico o el lavavajillas, entre los elementos a los que debemos prestar atención para ahorrar en nuestras próximas facturas.
Así, en el caso del HORNO, lo más recomendable es que sea de gas en vez de eléctrico. En el caso de que sea eléctrico, los de clase A son los más afines al ahorro.
No debemos abrir la puerta durante el uso del horno ya que perderemos el 25% de la energía acumulada. Es importante también aprovechar toda la capacidad del horno, incluso cocinando dos alimentos a la vez. Otro truco es apagar el horno antes de finalizar la cocción de los alimentos. Con el calor que queda será suficiente para terminar de cocinarlo.
Por último, es importante que las paredes del horno estén limpias. De esta forma, evitaremos aumentar el consumo energético para calentarlo.
Un buen sustituto del horno es el microondas, que consume entre un 60 y un 70% menos de energía que un horno.
En cuanto a los FRIGORÍFICOS Y CONGELADORES, la calificación energética vuelve a ser sinónimo de ahorro. Por eso, lo más recomendable es que sean de clase energética A+ ó A++.
En cuanto a la temperatura, lo más adecuado es mantener la del frigorífico entre 3 y 7º y el congelador a -18º. Por cada grado de menos, el electrodoméstico consume un 5% más.
También debes facilitar la circulación del frío colocando los alimentos de forma que no obstruyan las salidas del aire. Asimismo, cuando metas los alimentos en la nevera, procura que ya estén fríos. Tapa los alimentos cuando los guardes ya que los no cubiertos producen humedad e imponen una carga de trabajo mayor al compresor, aumentando el consumo eléctrico.
Por supuesto, mantener estos electrodomésticos cerca de fuentes de calor o abrir y cerrar continuamente la puerta no ayuda a mantener el frío.
Durante las ausencias prolongadas, lo más recomendable es vaciarlos y desconectarlos de la electricidad.
En cuanto al mantenimiento, debemos asegurarnos que las puertas cierran correctamente y están bien selladas, evitando las pérdidas de frío. También debemos evitar la formación de hielo y escarcha ya que un espesor de hielo superior a 3 mm puede producir un aumento del consumo eléctrico de hasta un 30%.
Por su parte, el uso del LAVAVAJILLAS es muy recomendable para ahorrar electricidad y agua. De hecho, lavar los platos a mano con agua caliente es un 60% más caro en electricidad y agua.
Pon el lavavajillas solamente cuando esté lleno, pero sin cargarlo en exceso ni superponiendo piezas. Elimina los restos de la vajilla antes de ponerlo.
Por último, para lograr un lavado correcto, es importante que mantengas suficientemente llenos los depósitos de abrillantador y sal. También debes limpiar habitualmente el filtro para evitar obstrucciones.