Vivo de alquiler, ¿puedo cambiar de compañía de electricidad?
Cuando llegamos a un piso de alquiler damos por hecho que podemos elegir la compañía de teléfono, de Internet o de televisión por cable pero nos asalta la duda de si podremos hacer lo mismo con la compañía de la luz o del gas. La respuesta es sí, al igual que con otros servicios, cuando llegas a una vivienda puedes cambiar de compañía de luz y de gas sin problema, de forma que, cuando dejes la vivienda el propietario puede volver a la compañía si lo desea.
En este sentido, cuando firmes el nuevo contrato de alquiler te recomendamos apuntar la lectura del contador del gas en el contrato para dejar constancia de ello.
Otra de las cuestiones que solemos hacernos ante un cambio de compañía de luz o gas es si debemos informar al propietario. No, no es obligatorio informar al casero ni del cambio de compañía ni de la compañía elegida.
Por otro lado, es necesario diferenciar entre cambio de compañía o alta nueva. Lo habitual cuando llegamos a una vivienda de alquiler es que la luz ya esté dada de alta.
En estos casos, simplemente debes cambiar el titular del contrato y los detalles de la domiciliación para los cargos de las facturas. Estos cambios son completamente gratuitos.
Si, por el contrario, necesitas dar de alta la luz, sí será necesario aportar más documentación (cédula de habitabilidad, el certificado de instalación de baja tensión…) y generalmente conlleva gastos económicos asociados.
Con respecto a la titularidad del contrato, es habitual que se produzca cierta controversia ya que, aunque cambie el inquilino de la vivienda, a veces los propietarios exigen seguir figurando como titulares del contrato.
En estos casos, creemos que lo más recomendable es que el titular sea el inquilino ya que es quien está realizando el consumo de la luz. De esta forma se garantiza no tener que hacerse cargo de posibles deudas del pasado así como tener plenos poderes a la hora de hacer consultas y modificaciones en las condiciones o datos.
Por su parte, el casero se asegurará de que no tendrá que hacerse cargo de posibles deudas que deje el inquilino.