Cataluña, Murcia, Madrid y Andalucía, las comunidades más eficientes
Los hogares catalanes son los más eficientes de España con un 6,84 de puntuación, seguido de Murcia con 6,79 puntos, Madrid con 6,75 y Andalucía, con 6,67 puntos.
Por su parte, Aragón recibe 6,5 puntos, mientras que Asturias 6,55, Baleares 6,59, Cantabria 6,62, Castilla y León 6,47, Castilla-La Mancha 6,52, Comunidad Valenciana 6,62, Extremadura 6,52, Galicia 6,44, Murcia 6,79, Navarra 6,53, País Vasco 6,46 y La Rioja 6,54.
Así lo revela la octava edición del Índice de Eficiencia Energética realizado por Gas Natural Fenosa, que también indica que los hogares españoles pueden ahorrar el 8,45% de la energía que consumen, es decir, un 1.461 millones de euros, con algunos pequeños cambios en sus usos y costumbres.
Esta energía es la equivalente a 90 millones de ordenadores durante un año o la necesaria para producir agua caliente para ocho millones de hogares.
Este estudio también refleja un descenso en hábitos eficientes que parecían ya consolidados, si bien el índice ha experimentado una mejoría del 8,17% con respecto a la primera edición, realizada en 2004.
En este sentido, se aprecia un descenso en hábitos que parecían consolidados, como el uso eficiente de electrodomésticos o el apagado de los equipos del hogar cuando no se utilizan. La encuesta ha detectado además un descenso en la actitud de los usuarios con respecto a electrodomésticos y calderas eficientes, que coincide con el envejecimiento de los equipos y la menor disposición en 2012 de recursos para los llamados Planes Renove.
El estudio revela que se mantienen hábitos eficientes, como el apagado de la calefacción cuando no se utiliza, el uso de lavadora y lavavajillas en carga completa, o la revisión anual de la caldera, pero existe tendencia a la baja en aspectos relacionados con el control energético.
Otros aspectos en los que los hogares necesitan mejorar son el desconocimiento del nivel del consumo de los electrodomésticos y de los sistemas de reducción de caudal en el agua. Además, en el capítulo de equipamiento, se detecta que las calderas están situadas inadecuadamente o que los hogares no cuentan con interruptores para encender las luces de forma independiente.