Los gastos energéticos son uno de los más importantes para las comunidades de vecinos ya que suponen un añadido a los costes que cada vivienda ya soporta por esos conceptos. Por eso, desde Enertec queremos proporcionar una serie de consejos para reducir los gastos en materia de energía:
1.- Auditoría energética: son el primer paso para comprobar cuáles son las mayores fuentes de consumo energético y establecer medidas de ahorro.
2.- Monitorización e individualización del consumo: tener la capacidad de monitorizar el consumo en tiempo real es importante para conocer a fondo los momentos de mayor consumo y así optimizar nuestros hábitos o adaptar nuestras tarifas.
Por otro lado, es importante que cada vecino pague lo que consume, algo que será obligatorio a partir del 1 de enero de 2017, cuando será necesaria la instalación de contadores individuales para medir el consumo de calefacción, refrigeración y agua caliente en cada vivienda.
3.- Calefacción y agua caliente sanitaria: este concepto supone más de un 60% del consumo total debido, entre otros factores, a la obsolescencia de algunas instalaciones y a la falta de control de la temperatura.
En la actualidad existen numerosos sistemas eficientes que proporcionan grandes ahorros a las comunidades de vecinos a medio largo plazo, como calderas de alta eficiencia, variadores de frecuencia para bombas de circulación, aislamientos de tuberías o conductos…
4.- Iluminación: el gasto en electricidad es otro de los más elevados en una comunidad de vecinos. La instalación de sistemas de detección de personas o el encendido de las luces por zonas puede ayudarnos a centralizar el consumo en las zonas en las que es necesaria. Es decir, encender la luz únicamente en la planta donde haya presencia humana y no en todo el edificio.
5.- Ascensor: El consumo de luz dentro del ascensor puede reducirse si se instalan sistemas de detección de personas o de encendido de la luz cuando se pone en marcha el ascensor. Además, se pueden adoptar otras medidas como la instalación de mecanismos de maniobra selectiva para que solo se active el ascensor más cercano al piso requerido.
6.- Aislamiento: La mayoría de los edificios residenciales construidos en los años 50 y 60 carecen de sistemas de aislamiento, lo que facilita el derroche de energía. Si se mejora el aislamiento térmico del edificio se puede reducir la necesidad de calefacción en un 40% en invierno, y evitar por completo la necesidad de aire acondicionado en verano.