Un nuevo etiquetado en eficiencia energética entrará en vigor en todos los países de la Unión Europea de cara al 2019, de forma que se sustituirá la calificación vigente (A+, A++, A+++) por una escala de la A a la G, para clarificar la normativa actual.
El objetivo de esta medida es que los consumidores accedan de forma clara y sencilla al grado de eficiencia de sus electrodomésticos. Incluye un proceso para actualizarse en función del desarrollo tecnológico, de manera que la clasificación se revisará cuando el 30% de los productos en el mercado comunitario reciban la máxima clasificación (A) o cuando el 50% esté en las franjas A y B. Los productos llevarán las etiquetas adheridas y los consumidores podrán obtener más detalles a través de internet.
La Comisión Europea estima que este nuevo sistema de etiquetado podría ahorrar 200.000 millones de kilowatios a la hora, un ahorro equivalente al de todos los países bálticos.