Las bombillas LED, claves en el ahorro de energía de hogares y empresas
El uso de bombillas LED aparece en todos los listados de consejos de ahorro de energía. Sin embargo, como en casi todo, también existen distintos tipos de bombillas, algunas más eficientes que otras, en función de nuestros usos y necesidades.
Entre los principales errores cometidos se encuentra el de elegir las bombillas por su potencia cuando en realidad debemos elegirlas por la cantidad de la luz que proporcionan y su consumo.
Para ello debemos conocer los vatios que consume la bombilla y la cantidad de luz que generan. En este caso, lo recomendable es utilizar los lúmenes (lm) y no los vatios (W) para seleccionar la bombilla que mejor se adapte a la cantidad de luz que necesitamos.
Cambiar esta variable a la hora de seleccionar la bombilla podría suponer más de un 90% de ahorro en electricidad.
Angulo de iluminación
Un ángulo menor en la bombilla (de 40%) conseguirá un efecto foco para iluminar un espacio menor y más localizado.
Cuanto más abierto sea el ángulo, mayor capacidad de iluminación con una sola bombilla.
Tipología
Además del ángulo de apertura de la bombilla es importante tener en cuenta el tipo de luz que deseamos en función de la estancia:
1) Blanco frío: equivale a 5800K. Luz blanca más intensa, perfecta para trasteros, garajes…
2) Blanco puro: 4500K. Una intensidad media mejora la concentración y el rendimiento, y es ideal para despachos, oficinas, cocinas y baños.
3) Blanco cálido: 3.000K. Una luz más tenue con temperaturas de color más bajas es ideal para salones o habitaciones dónde se busca un amiente más relajado.