Siempre hemos oído que los electrodomésticos que generan calor o frío son los que más energía consumen en el hogar. La calefacción, el congelador, la nevera… son algunos de los reconocidos electrodomésticos más consumidores de la cocina. Pero, ¿y si pensamos en el horno? Genera una gran calidad de calor, lo que conlleva grandes consumos eléctricos.
Toma nota de estos consejos para sacarle el máximo partido y ahorrar energía:
– Buen estado del horno: es importante mantener el electrodoméstico en buen estado ya que cualquier anomalía puede incrementar el consumo. Si el ventilador ha fallado, si el termostato se averió o la puerta no cierra correctamente, repara el aparato o plantéate sustituirlo por uno nuevo.
– Todo a la vez: Intenta no poner el horno varias veces al día si no es necesario, aprovechando los minutos de calor, e intenta meter el mayor número de alimentos sobre la bandeja del horno, para así cocinar el mayor número posible.
– La puerta: Los hornos incluyen ya una luz que, en muchos casos, se mantiene encendida durante todo el tiempo de cocinado, por lo que no necesitaremos abrir la puerta del electrodoméstico.
Cada vez que lo hacemos, el horno debe intensificar su actividad para conseguir recuperar la temperatura, lo que, de nuevo, aumenta el gasto.
– Descongelar: No descongeles los alimentos dentro del horno. Ponlos a descongelar la noche anterior y así ahorrarás tiempo y energía durante el tiempo de cocinado.
-El recipiente: Procura utilizar recipientes de vidrio o cerámica ya que esos materiales requieren menos tiempo para tomar temperatura y pueden reducir el tiempo de cocción.
-Apaga el horno antes de acabar: La temperatura que queda en el horno puede ser aprovechada, algo que nos permitirá apagar el horno antes para ahorrar electricidad.